¿Podría un astronauta sobrevivir en Marte?

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

La radiación o las sales del suelo serían un inconveniente serio para la supervivencia de un astronauta abandonado el planeta, como plantea la película ‘Marte (The Martian)’.




Si necesitásemos un planeta distinto de la Tierra para vivir, el único que nos daría alguna opción de supervivencia sería Marte. Los robots exploradores que han visitado aquel planeta nos han enviado imágenes de un mundo parecido a los desiertos terrestres, sin vegetación ni ríos a la vista, pero algo más acogedor que la espléndida desolación que encontraron los astronautas cuando llegaron a la Luna.

La Tierra cuenta con un potente campo magnético producido por su núcleo de hierro, que desvía parte de la radiación que barre el espacio y que resulta dañina para los seres vivos. Se sabe que Marte contaba con un intenso campo magnético parecido al terrestre, pero desapareció, sin ese escudo, el planeta rojo está sometido a un intenso bombardeo radiactivo, que obligaría a los exploradores humanos a llevar algún tipo de indumentaria que les protegiese.

Otro de los importantes contratiempos que sufriría un naúfrago en Marte sería la comida. En la actualidad aún queda mucho por aprender para convertir el desierto marciano en un entorno más o menos fértil.

Algunos estudios han mostrado que plantas como los tomates pueden germinar en una recreación del suelo marciano y el uso de desechos humanos podría servir para aportar los nutrientes que faltan en Marte. No obstante, algunos aspectos de la composición de aquel terreno harían difícil el cultivo de suficientes plantas para alimentar a un humano. Uno de los venenos escondidos en el suelo es, precisamente, el que hace posible que exista agua líquida en aquel planeta. Los percloratos son un tipo de sales que harían posible que el agua fluyese a temperaturas por debajo de cero, pero también resultan tóxicas para los vegetales.

Marte es, en definitiva, un mundo que en las imágenes que conocemos puede parecer inhóspito, pero que en la realidad lo es aún más.

A través de diario EL PAÍS




[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»» parallax=»» parallax_image=»»][vc_column width=»1/1″][vc_basic_grid post_type=»post» max_items=»6″ style=»all» items_per_page=»10″ show_filter=»» element_width=»4″ gap=»30″ orderby=»date» order=»DESC» filter_source=»category» filter_style=»default» filter_align=»center» filter_color=»grey» filter_size=»md» button_style=»rounded» button_color=»blue» button_size=»md» arrows_design=»none» arrows_position=»inside» arrows_color=»blue» paging_design=»radio_dots» paging_color=»grey» loop=»» autoplay=»-1″ item=»none» grid_id=»vc_gid:1448892909542-dae1d3e5-6626-7″ taxonomies=»52″][/vc_column][/vc_row]

Brutal realidad capturada en un film: «El cementerio de elefantes»

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Con un presupuesto de no más de 20 mil dólares, el cineasta Tonchy Antezana, con su película El Cementerio de los Elefantes (2008) logró ocho premios internacionales y participó en 20 festivales en los que tuvo que competir “con verdaderos pesos pesados del cine”, según Antezana.

Es una de las  películas bolivianas en recibir más premios. El puesto número uno es para El Corazón de Jesús, de Marcos Loayza.

Adentrándose en  un mito,  legado del escritor Víctor Hugo Vizacarra, Tonchy Antezana intenta (re) construir la representación del alcohol y del alcoholismo en las marginales entrañas de la cuidad de La Paz.  Intentemos, nosotros, a su vez, encontrar ese imaginario.

El Cementerio de los Elefantes, pone en evidencia una realidad cruda y desconocida del sub-mundo de la ciudad de La Paz.

La película se podría resumir así: un hombre decide encerrarse en un cuarto y beber hasta morir por razones que se explicarán a lo largo de la película.Salvando las distancias entre una obra mayor como es La nación clandestina de Sanjinés y una obra menor como es El cementerio de elefantes, la comparación entre estas dos películas puede llegar a ser enriquecedora.

[/vc_column_text][vc_single_image image=»1230″ style=»vc_box_rounded» border_color=»grey» img_link_large=»yes» img_link_target=»_blank» title=»Cartel de la película» img_size=»large»][vc_column_text]

En las dos películas el alcohol funciona como negación. Mamani llega al paroxismo de la negación de sus orígenes  al consumirlo, mientras que en el personaje creado por Antezana el alcohol (es interesante ver que en El cementerio de elefantes, el personaje ya es alcohólico, de cierta forma ya se ha negado a sí mismo de entrada)  funciona como un elixir del olvido. Si suponemos que en el largometraje de Antezana se prioriza más lo individual, el gesto de querer olvidar lo que el sujeto a vivido, es exactamente el gesto del transformado Maisman cuando se distancia de su pasado. A partir de esto, constatamos que el alcohol en Antezana es el olvido y llenarse de olvido termina siendo la muerte.

Podemos encontrar otro punto de comparación entre las dos películas que llegaría a ser interesante: los espacios en donde se realiza la redención. En Sanjinés es un espacio abierto y con la compañía atenta de la comunidad.  En el “cementerio….”es totalmente diferente: es un espacio construido para el tipo de muerte que desea el personaje: es cerrado, nadie puede entrar ni salir y tiene un aire denso. Esto confirma la hipótesis del principio: en Antezana el personaje sólo piensa a partir de él,  su muerte es particular y tiene que ver mucho con el olvido y la soledad.

[/vc_column_text][vc_single_image image=»1226″ alignment=»center» style=»vc_box_rounded» border_color=»grey» img_link_large=»yes» img_link_target=»_blank» img_size=»large»][vc_column_text]

Ficha

Sinopsis: Desde la tierna edad de 14 años, Juvenal (Cristian Castillo) comenzó a beber alcohol y ahora, a los 33 años de edad y alcohólico, dedice pasar el resto de sus días en el infame El Cementerio de los Elefantes, en La Paz, Bolivia. Conocido como un lugar donde los alcohólicos van a morir, dentro del cementerio se encuentra la »suite presidencial», donde Juvenal recordará su infancia y oscura adolescencia mientras bebe hasta morir.

Genero: Drama
Pais: Bolivia
Año: 2008
Direccion: Tonchi Antezana
Reparto: Christian Castillo (Juvenal), Fernando Peredo (El Tigre), Julio Lazo (Exterminador), Wilson Laura (Chapulín), Rosa Paye (Marlene), Eduardo Rojas (Bolas), Augusto Hinojosa (Padrastro) y Lineth Herbas (Dña. Matilde).
Musica: Huáscar Bolívar
Fotografia: Omar Limbert Villarroel
Duracion: 90 min.
Guion: Tonchi Antezana
Produccion: Homero Rodas

[/vc_column_text][vc_column_text]A través de Los Tiempos de Bolivia y CineMasCine[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»» parallax=»» parallax_image=»»][vc_column width=»1/1″][vc_video title=»Trailer de la película» link=»https://www.youtube.com/watch?v=YGRbzP159kg»][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»» parallax=»» parallax_image=»»][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]

Tal vez te interese…

[/vc_column_text][vc_basic_grid post_type=»post» max_items=»6″ style=»all» items_per_page=»10″ show_filter=»» element_width=»4″ gap=»30″ orderby=»rand» order=»DESC» filter_source=»category» filter_style=»default» filter_align=»center» filter_color=»grey» filter_size=»md» button_style=»rounded» button_color=»blue» button_size=»md» arrows_design=»none» arrows_position=»inside» arrows_color=»blue» paging_design=»radio_dots» paging_color=»grey» loop=»» autoplay=»-1″ item=»none» grid_id=»vc_gid:1443268578090-8fe5d381-5b63-8″ taxonomies=»300, 4″][/vc_column][/vc_row]

La increíble Amy se pierde y un típico «men» recibe un regalón

Viendo “Gone Girl”, nos dimos cuenta que los hombres son unos gilipollas totales, y que el adjetivo gilipollas está intrínseco en la definición de hombre.

Por otro lado, aparece un estereotipo de mujer inteligente que consigue todo lo que quiere, muy aburrida de la vida, que, cuya agudeza la lleva a planificar y ejecutar el mejor regalo de aniversario.

Aquí dejamos un enlace con mucha información de esta película.

Amazing Amy Makes a Mess
La increíble Amy la lía