Shock Clock es una especie de pulsera con un funcionamiento muy peculiar, pero muy útil para aquellos que se les pega las sábanas.
Una vez hayamos configurado la alarma para la mañana siguiente, el despertador tratará de despertarnos mediante tres pasos distintos. Primero, vibrará ligeramente cuando sea la hora de despertarse. Poco tiempo después empezará a emitir un pitido, y en caso de que sigamos sin despertarnos nos dará un calambrazo.
Según sus creadores, el cerebro aprende en unos días que la vibración significa que en poco tiempo llegará el calambre, por lo que aprende a despertarse de inmediato. Es decir, el objetivo no es electrocutarnos, sino cambiar nuestros hábitos con alguna estimulación, nunca mejor dicho.
Sin duda, se trata de un gadget curioso y llamativo, prueba de ello es el éxito de la campaña de crowdfounding: hasta el momento, Shock Clock ha recaudado más de 10.000 dólares de los 1.000 solicitados. El dispositivo se comercializará este año por 99 dólares, unos 90 euros.
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